Fano: y al acabar el día, todo por Ti y para Ti.
El sacerdote José Luis Bellón, párroco de Tolox, Alozaina y Casarabonela, ayuda a profundizar en el evangelio de este domingo.
Yo estoy contigo
El corazón se endurece, pierde el calor y amor de su latido, cuando respondemos al mal con maldad y sed de venganza. Es el ojo por ojo contrario a la misericordia, que no es falso olvido y falta de justicia y verdad; sino conciencia de la responsabilidad personal y colectiva en nuestras debilidades y pecados para poder recibir la única compasión Divina, el perdón liberador y alegre. La primera lectura es un ejemplo de lo perplejos que nos quedamos cuando a pesar de creer, tenemos toda clase de dificultades que ponen en crisis y en duras pruebas nuestra fe en Dios y en su Iglesia. Surge entonces la oración al Señor que grita: ¿porque aún creyendo, me pasa esto o lo otro? Jamás sufrimos solos, pues nuestro buen Señor Jesús pasa por el dolor con nosotros.
Unimos así nuestros padecimientos a la fortaleza de su entrega y amor. Así ponemos en silencio nuestras dudas y empezamos a escuchar su voz, que hace brotar la más pequeña semilla de nuestra Fe, aunque nuestros granos de mostaza minúsculos, se transforman si los regamos con la confianza y nos ponemos en sus manos. No podemos dar fruto sin El. Ponerse en las manos de Cristo, eso es lo que sus discípulos tenemos que hacer. Manos que nos esperan traspasadas de amor por nosotros. Confiamos en ti Señor, tu voz dice no tengáis miedo. Así los siervos se convierten en amigos. Yo el Señor estoy contigo, a tu lado.
PUBLICADO EN DIÓCESIS DE MÁLAGA.