El sacerdote diocesano Manuel Jiménez Bárcenas, párroco de Los Boliches, ayuda a profundizar en el Evangelio del Domingo xx del Tiempo Ordinario, 18 de agosto de 2019, con este comentario,
El realismo de Jesús
«He venido a prender fuego a la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo!». Nos dan miedo esas palabras: las habrá dicho un radical, un violento, un pirómano... Pero no: las dice Jesús. ¿Jesús? ¿Cómo puede decir eso, Jesús? No nos cuadra el evangelio de hoy con el resto del mensaje del Señor. Se les da vueltas y vueltas a estas expresiones para intentar llegar al significado espiritual de las mismas y que no nos alarmen. Pero hay que ser realista.
Jesús era muy realista y sabía que su doctrina y su propia persona iban a provocar, como de hecho la historia nos ha demostrado, esos enfrentamientos y esas divisiones que Él profetizó. Hoy más que nunca los cristianos no somos bien vistos; en algunos lugares se persigue a la Iglesia y se masacra a los seguidores del Evangelio.
El Señor lo sabía y nos anima a que, a pesar de las dificultades, no nos desanimemos, sino que sigamos confiando en Él, en la eficacia de su Palabra y en la necesidad de propagarla. Para ello, el mismo Jesús, que “soportó la oposición de los pecadores”, es ejemplo y acicate para que formemos parte de esa “nube ingente de testigos” con nuestros ojos puestos en el que “inició y completa nuestra fe” y que afianza nuestros pies sobre la roca y se cuida de nosotros. Él es nuestro auxilio y liberación. Que sea el fuego del Espíritu el que prenda ya en nuestros corazones para no perder el ánimo evangelizador.
PUBLICADO EN DIÓCESIS DE MÁLAGA