10.8.19

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL DOMINGO XIX DEL TIEMPO ORDINARIO, 11 DE AGOSTO DE 2019



La profesora de Periodismo de la Universidad de Málaga Mª Ángeles Cabrera propone la siguiente reflexión ante el Evangelio del Domingo XIX del Tiempo Ordinario. 

Todo es nada comparado con el amor


Dios confía en quienes buscan hacer siempre su voluntad. Quien vive así es el siervo fiel y prudente, el que atesora para la eternidad y no solo pensando en el hoy y ahora. Dios, que es justo, pide a cada uno en función de lo que ha recibido, a quien mucho se le dio, mucho se le pedirá. Tendemos a pensar que siempre nos falta algo en lugar de valorar que tenemos más de lo que necesitamos.

Es bueno preguntarse con frecuencia si nos damos en la medida en que hemos recibido. No podemos compararnos nunca con los demás, ni justificar nuestra falta de generosidad o correspondencia en lo que hagan o dejen de hacer los otros. Tengamos mucho o tengamos poco no es para que lo malgastemos, sino para hacerlo rendir y compartirlo con los más necesitados.

Si aún sigues creyendo que tienes poco, piensa que siempre podrías tener menos y si no, mira a quienes dejan atrás casa, familia... y vienen a nuestras tierras para empezar de cero. Jesús nos anima a aprovechar nuestro paso por la tierra para hacer fructificar los dones recibidos. Él nos dará tanto como nosotros hayamos aprendido a dar y compartir. Valoremos todo lo recibido para cuidarlo, acrecentarlo y compartirlo. Comprenderemos así que todos los bienes de esta tierra juntos son nada comparados con el amor de Dios que se nos da, y que es lo único que nos lleva a la auténtica y eterna felicidad.

PUBLICADO EN DIÓCESIS DE MÁLAGA.