El próximo domingo, 14 de enero, la Iglesia celebra la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado con el lema Acoger, proteger, promover e integrar a los emigrantes y refugiados.
Con este motivo, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, ha escrito una carta en la que incide en que, como pudo constatar en su reciente visita al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche, cada una de estas personas tiene «su historia personalísima de fe, sueños, afectos y sufrimiento enorme», y recuerda que «nuestro Señor no cesa de convocarnos a la hospitalidad».
Aludiendo al lema de la jornada, el purpurado aborda la necesidad de «ampliar las posibilidades para que los inmigrantes y refugiados puedan entrar de modo seguro y legal en el país de destino», pidiendo la concesión de visados por motivos humanitarios y por reunificación familiar y la puesta en marcha de corredores humanitarios en España. También aboga por «difundir buenas prácticas de integración y desarrollar programas que preparen a las comunidades locales para procesos de plena inclusión social».
Esto solo será posible –continúa el arzobispo de Madrid– con la «imprescindible contribución de la comunidad política y la sociedad civil», poniendo el foco en el «compromiso que adquirieron los estados durante la Cumbre de las Naciones Unidas, celebrada en Nueva York el 19 de septiembre de 2016, para trabajar a favor de los emigrantes y refugiados y aprobar antes de finales de 2018 dos Pactos Globales (Global Compacts), uno dedicado a los refugiados y otro a los emigrantes, que contribuyan a asegurar su dignidad y derechos».
«Opción preferencial de la Iglesia de Madrid»
Trasladado al ámbito más cercano, el cardenal Osoro subraya que «la atención a la persona inmigrante y refugiada y el servicio a la fe en una sociedad culturalmente heterogénea deben ser una opción preferencial de la Iglesia de Madrid» y sugiere las siguientes prácticas:
«Un renovado esfuerzo evangelizador hacia las personas desplazadas, especialmente las que son de tradición cristiana».
«La defensa de los derechos de los migrantes, refugiados y de las víctimas de trata».
«La construcción de una Iglesia en salida que derriba muros y tiende puentes, una Iglesia en coloquio en el que sustituyamos el ellos por el nosotros».
«Un trabajo coordinado y en red tanto entre las entidades eclesiales como con otras entidades civiles, sociales y administrativas».
Para celebrar la jornada, el purpurado presidirá una Misa el mismo día 14, a las 10:30 horas, en la parroquia Nuestra Señora de la Soledad (Visitación, 1). La Eucaristía será emitida por La 2 de TVE.
PUBLICADO EN ARCHIMADRID.