¿Qué buscáis? ¿Dónde buscáis?. Fano
La Misionera de la Esperanza Juli Gavira ayuda a profundizar en el evangelio del Domingo II del Tiempo Ordinario.
Eran las 4 de la tarde
¡Cuánto habían oído hablar aquellos dos a su maestro Juan Bautista de Aquel que esperaban! No en vano era el motivo de la radicalidad de vida que él había adoptado. Y yo me digo: «por muy precursor que Juan fuera, ¡hace falta mucha iluminación para darle el calificativo de Cordero de Dios a su primo Jesús! No resulta atrayente para un judío el representar al animal que ofrece en Pascua cada familia para expiar los pecados del pueblo, por más sin mancha ni defecto que fuera.
El Bautista lo tiene tan claro que no le importa que le abandonen para seguirle, había cumplido su misión.
La pregunta de Jesús va a lo más profundo de nuestras motivaciones: ¿Qué buscáis? ¿Qué os hace cambiar de dirección, abandonando al que, hasta ahora había sido vuestro líder? ¿Qué esperáis en lo íntimo de vuestro corazón? ¿De qué tenéis hambre? Pues aquí tenéis la respuesta: «Venid y veréis». ¡Y qué seguro estaba Jesús de que unas horas con Él, disfrutando el calor de su presencia, con su modo de estar, de compartir, serían suficientes para salir corriendo a contagiar ese tesoro que acababan de encontrar!
Por eso a mí, que trabajó con jóvenes, me extraña cuando, al preguntarles si se han encontrado con el Señor, alguno ponga cara de póker. ¡Y es que el encuentro con Él marca tanto, aun cuando se dé en circunstancias dolorosas! Por eso ni Juan ni su amigo olvidarán por muchos años que pasen: “Eran las 4 de la tarde”.
PUBLICADO EN DIÓCESIS DE MÁLAGA.