Virgen de la Paloma
propone
proyecto de vida con 3 pasos a seguir
El Arzobispo de Madrid, Mons. Carlos Osoro, presidió este lunes 15 de agosto la solemne Misa en honor a la Virgen de la Paloma y afirmó que el lienzo de la querida imagen mariana propone un proyecto de vida para la capital española.
En una abarrotada parroquia Virgen de la Paloma y San Pedro el Real; y en presencia de las autoridades del Ayuntamiento y la Comunidad, el Prelado animó a considerar 3 aspectos del cuadro de la Madre de Dios.
1.- La cruz
“Tomad una nueva arma en el corazón y en las manos: contemplad la cruz que cuelga del rosario. En las manos, un arma: el crucifijo. Sed crucifijos vivientes”, exhortó.
La cruz, continuó, “nos habla de dar la vida por todos sin excepción, nos habla de amar, de gastar la vida en y por servicio incondicional a los demás, nos habla de paz”.
Ante el crucifijo, dijo el Arzobispo, “todos sentimos respeto y oímos sus palabras, perdónalos porque no saben lo que hacen. Danos este corazón. Esto es establecer la salud, el poder y el reinado de Cristo”.
2.- Manos para curar heridas
“Tened unas manos para curar, unir y dar vida: contemplad las manos de la Virgen de la Paloma. Están unidas, sostienen el rosario. Son manos para dar vida. Son manos para indicar el camino”, continuó.
Estas manos, explicó el Prelado, deben poder “curar tantas heridas que padecemos los hombres” como “la herida de creernos nosotros dueños de la vida y, por tanto, sobran los que a nosotros nos apetece, la herida de las guerras, de la insolidaridad, de la incomprensión, del descarte, de vivir sobrándome otros”.
3.- Juntos dar vida y misericordia
“Dad al mundo nueva vida: contemplad la corona del rosario. Muchas cuentas pero todas unidas, de las que cuelga quien nos sostiene y da vida: Cristo, que nos pide ser como Él, siempre con unas manos unidas que regalan la misericordia, el amor de Dios”.
Como la Virgen María, continuó el Arzobispo, es necesario ponerse en camino, entrar en la vida de los demás y darles amor. “¿Seremos capaces de hacer de todo Madrid un rosario unidos, donde todos contemos, donde nadie se vea suelto y abandonado?”, cuestionó.
Mons. Osoro recordó luego que “la fe no es un privilegio de algunos, es un don que Dios quiere dar a todos los hombres, pero nos deja libres para acogerlo o no. (…) Quienes lo acogemos, seamos coherentes”.
“Hermanos y hermanas: ahí, en esa pintura de la Virgen, en ese lienzo, hay todo un proyecto para Madrid (…) ¿Os atrevéis acompañados por la Virgen a realizar el proyecto?”, cuestionó.
La Virgen de la Paloma
Cada 15 de agosto, la ciudad de Madrid se engalana para celebrar la Solemnidad de la Asunción a través de la Virgen de la Paloma, una de las advocaciones marianas más queridas de España.
Aunque la Patrona de Madrid es la Virgen de la Almudena, muchos madrileños consideran a la Virgen de la Paloma como su “Patrona popular” y veneran el cuadro que se encuentra en el interior de la parroquia “Virgen de la Paloma y San Pedro el Real”, en el barrio de La Latina, en el centro de la ciudad.
Es también patrona de los bomberos, que en este día descuelgan del retablo el gran lienzo enmarcado para una procesión por las calles de la ciudad. Una celebración a la que asisten miles de personas.
La historia de la pintura se remonta a 1787 cuando Isabel Tintero observó a unos chicos jugando en la calle con un lienzo que encontraron tirado junto a otros objetos en un solar cercano. Ella compró el cuadro, lo limpió, enmarcó y lo colgó en su casa.
Con el paso del tiempo, la devoción a la imagen creció y adquirió fama entre los madrileños, que le atribuyeron diversos milagros. A ella acuden las mujeres embarazadas y las parejas de novios.
La pintura, que representa a Nuestra Señora de la Soledad, muestra a una Virgen con un pequeño abultamiento en el vientre. Los expertos todavía no saben con certeza quien fue su autor y continúan investigando al respecto.
Publicado en Aciprensa