13.8.16

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL DOMINGO XX DEL TIEMPO ORDINARIO


La profesora de la Universidad de Málaga Esperanza Sanabria ayuda a profundizar en el comentario del evangelio del Domingo XX del Tiempo Ordinario.

Prender fuego de amor


El fuego, en su sentido simbólico, tiene múltiples significados que van desde un sentimiento amoroso intenso, pasional y dinámico, hasta un estado de aniquilamiento total que destruye y reduce todo a cenizas. Cuando Jesús dice que ojalá estuviera ardiendo el mundo se refiere a ese sentimiento intenso
de amor que nos saca de la tibieza, del pasotismo, de la indiferencia, del hedonismo individualista y de otros tantos sentimientos y actitudes tan alejados del amor de Dios que nos deshumanizan.

En el amor todos somos superdotados. A unos se les puede dar mejor realizar unas actividades que otras pero Dios ha querido igualarnos en la capacidad de amar, porque si amamos de verdad, lo hacemos con el mismo amor de Dios, con el Espíritu Santo que habita en nosotros. 

El enfrentamiento del que habla Jesús entre los miembros de una familia procede de anteponer las propias ideas, pensamientos, intereses, etc. a lo verdaderamente importante y beneficioso para la convivencia como es reconocer en el prójimo a la criatura creada por amor de Dios y digna de ser amada
incondicionalmente.


Todos somos uno en el amor, si bien, fuera del amor abunda la división, el enfrenamiento, el sufrimiento y la soledad. Jesucristo vino a la tierra a prender fuego de amor, que nos conduce a la paz cuando nos
dejamos prender como una llama de amor viva, según la imagen sanjuanista aplicada al Espíritu Santo. Enciende una llama en tu interior y presérvala de vientos adversos. ¡Comunica luz y calor de amor!

Publicado en el blog de la Diócesis de Málaga.