El sacerdote Rafael J. Pérez Pallarés, delegado de Medios de Comunicación Social de la Diócesis de Málaga, nos ayuda a profundizar en el evangelio del Domingo XIX del Tiempo Ordinario.
En libertad y sin miedo
No tengamos miedo. Seamos libres en la verdad. Aunque a nadie se le escapa que ser cristiano es arriesgado. No hay que tener miedo a las preguntas. Ni a acceder al misterio de Dios. Ni a comunicar el Evangelio.
El miedo paraliza y el interés y el amor nos hacen avanzar. En Cristo encontramos el sentido último a la verdad. Porque Él es la verdad revelada. La que nos hace libres e introduce en el corazón del misterio divino. Cuando eso se descubre, se va profundizando poco a poco en la fe cristiana. En el seguimiento del Nazareno, camino, verdad y vida. No hay nada que temer si vivimos la fe en Cristo desde la autenticidad, coherencia y búsqueda humilde del encuentro con el Señor. Desde la serena certeza de que la misericordia de Dios es protagonista de nuestra vida. Aunque toquen tiempos recios.
La vida cristiana no es fácil pero, abandonados en la Providencia, todo es más sencillo. Conducidos por la entrañable misericordia de nuestro Dios, todo es diferente. Nos permitirá centrar nuestro corazón en lo verdaderamente importante. Y nos ayudará a entender dónde están las cosas que importan de verdad. Mantener encendidas las lámparas, estar en vela y atentos será más sencillo si comprendemos la vida desde los ojos de Dios. Para estar a punto “el día y la hora” señalado solo hay que abandonarse al corazón del buen Dios sabiendo en manos de quién hemos puesto nuestra confianza. Es la mejor manera de que todo esté preparado.
PUBLICADO EN EL BLOG DE LA DIÓCESIS DE MÁLAGA.
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