22.7.17

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL DOMINGO XVI DEL TIEMPO ORDINARIO





El sacerdote Francisco Aurioles, párroco de Almogía, ayuda a profundizar en el Evangelio del Domingo XVI del Tiempo Ordinario. 

La cizaña puede convertirse en trigo

El evangelio de este domingo nos muestra la paciencia de Jesús Buen Pastor y nos ayuda a comprender mejor la realidad del Reino de Cristo. Para nosotros, es fuerte quien supera las dificultades, tiene éxito y está seguro de sí. En cambio, para el Señor, la fuerza radica en la expresión más completa del amor, la Caridad hasta tal punto que el Omnipotente es el Omnipaciente. En su paciencia alcanzamos la salvación, porque Él siempre tiene la mano tendida para el que se arrepiente, y su corazón comprensivo es la puerta de la vida abierta para todo el que acude a Él. Cristo sale constantemente a nuestro encuentro, ¿somos capaces de percibirlo, o los afanes de este mundo nos nublan el entendimiento? ¿Me paro en mi vida cotidiana para hacer silencio interno y externo, y percibir al Señor que me sostiene y me perdona?

También la cizaña puede convertirse en trigo limpio por medio del encuentro personal con Jesucristo. Dejar de ser cizaña y convertirse en trigo solo es posible con la experiencia de la Humanidad de Cristo, Dioscaridad, origen de todo amor, porque solo Cristo nos enseña el camino de una vida al margen de rencores, envidias y egoísmos: «Dios se hizo carne para que los hombres que solo sabían amar carnalmente, pudieran llegar a amar a Dios espiritualmente» (San Bernardo de Claraval; sermones varios, nº 101). 

El amor a los demás, centrado en Cristo, renueva el corazón humano, y la familiaridad con Cristo misericordioso hace experimentar la dulzura de Dios.

PUBLICADO EN DIÓCESIS DE MÁLAGA.