8.7.17

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL DOMINGO XIV DEL TIEMPO ORDINARIO



"Venid a mi los cansados y agobiados". Fano

El sacerdote Salvador Gil, delegado diocesano de Infancia y Juventud, ayuda a profundizar en el evangelio del Domingo XIV del Tiempo Ordinario.

Jesús sabe de nuestras luchas y fatigas

Con frecuencia sentimos en nuestras vidas el peso del cansancio, del agobio, de la debilidad por mil motivos. Jesús cuenta con ello, sabe de nuestras luchas y fatigas. Por eso, hoy en el Evangelio nos dice: “¡Venid a mí! Yo os aliviaré”. El seguimiento del Señor reclama de nosotros el deseo sincero de ir hacia Él, de dejarnos atraer una y otra vez por la fuerza seductora de su persona. Él nos dice, venid.

Nosotros respondemos yendo. Ir hacia Jesús para aprender de Él. El discipulado es una escuela de aprendizaje que va cambiando el corazón y la vida para hacernos según Él, no según nuestros criterios. Aprender de Jesús la mansedumbre y la humildad significa dejarse ganar por su amor, para encontrar el descanso y la paz, que todos anhelamos. Nadie puede darnos ese descanso ni ese alivio, solo lo hallamos en Él. 

Jesús ora al Padre. Agradece profundamente el don de la revelación, por la que Él mismo nos da a conocer la vida íntima que tiene con su Padre. Conocer a Jesús nos permite conocer al Padre. Sintamos, pues, su alivio y la necesidad de conocerlo cada día más «para más amarle y mejor seguirle».

PUBLICADO EN DIÓCESIS DE MÁLAGA.