"Su puerta está abierta, no "pases" y pasa...". Autor:Fano.
Belén Cortés, esposa, madre, profesora y miembro del Movimiento de Apostolado Familiar San Juan de Ávila, ayuda a profundizar en el evangelio del Domingo IV de Pascua.
La voz del pastor
La imagen del buen pastor se plantea no como una alternativa más sino como quien conoce, respeta y ama a cada una de sus ovejas. Abundan los falsos guías –que no se someten a nadie y crean su grupo de confort para no tener que rendir cuentas-, así como las puertas que ofertan falsas seguridades y guían a lugares equivocados. Nos dejamos arrastrar por diversos tipos de manipulaciones (el materialismo, la corrupción, la infidelidad, la mentira, la proyección social, los miedos y apetitos, la injusticia y la muerte) y nos sentimos tentados a buscar la salvación en la psiquiatría, el libre mercado, la educación, la ciencia, la tecnología… Pero como forma de salvación, fracasan.
Una necesidad elemental de la vida humana es la seguridad (material, educativa, emocional y espiritual). Jesús es el verdadero guía que brinda a sus ovejas seguridad, dirección, protección, cuidado y buena alimentación. Sabe que están indefensas y son asustadizas, tienden a desorientarse y perderse, difícilmente encuentran pasto y agua buena… Pero para encontrar pastos verdes y agua corriente fresca, deben dejar el rebaño grande. Si compartiésemos más y mejor lo que para cada uno significa ser una simple oveja, quizás animaríamos a otros a venir al rebaño.
Nada de lo que hacemos debe quedar al margen de nuestra “vocación” para vivirla de forma plena (en las relaciones familiares, en el lugar de trabajo o estudio, en nuestros ambientes...) Dios nos ayuda a no temer, a reconocer su voz entre los ruidos del mundo, a abrir, entrar y recorrer el camino señalado que transforma nuestra vida y la de nuestros prójimos y nos conduce a la felicidad.
PUBLICADO EN DIÓCESIS DE MÁLAGA.