16.7.16

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL DOMINGO 17 DE JULIO DE 2016


Comentario 
al evangelio del 
Domingo XVI del Tiempo Ordinario

El sacerdote Rafael J. Pérez Pallarés, delegado de Medios de Comunicación de la Diócesis de Málaga, ayuda a profundizar en el evangelio del Domingo XVI del Tiempo Ordinario. 


Andamos inquietos y nerviosos por muchas cosas. A veces por demasiadas. Conviene pararse para descubrir que solo una es necesaria: la experiencia de Dios. Una experiencia que nos aterrice en la vida, especialmente al servicio de los demás. Una experiencia que aliente en las dificultades que encontraremos cuando estemos cansados o desconcertados. Una experiencia que impulse a vivir serena y equilibradamente en medio del trajín de cada día.

Un trajín que encontramos en la calle y en el convento, en el trabajo y en la casa, en las iglesias y en los espacios de ocio. No se trata de desplazar la acción frente a la contemplación o viceversa. Será la experiencia de Dios la que en cada momento ofrezca la luz necesaria para saber qué tenemos que hacer o por dónde encaminar nuestra vida. Será la experiencia mística la que nos permitirá ser fieles a nuestra vocación. Y actuar consecuentemente en nuestros ambientes. Porque sin oración no se puede vivir. Sin servir a los demás desde el carisma específico que cada uno ha recibido, tampoco. Es necesario estar con el Señor. Y con el prójimo. Desde cada vocación específica. Es lo mejor que nos puede pasar. Estar con Cristo y con quien él se identifica.

Supone una experiencia preciosa y preciada. Por eso conviene pasar horas con Cristo. Organizarse para estar al calor de su presencia en el Sagrario y su Palabra. Tenemos que aprovechar que nadie nos puede quitar la presencia de Cristo entre nosotros.

PUBLICADO EN EL BLOG DE LA DIÓCESIS DE MÁLAGA.