2.10.21

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL DOMINGO 3 DE OCTUBRE, POR ENCARNI LLAMAS



Publicado: 28/09/2021: 114

La periodista y bachiller en Ciencias Religiosas, Encarni Llamas, ayuda a profundizar en el evangelio del Domingo XXVII del Tiempo Ordinario, 3 de octubre de 2021 (Marcos 10, 2-16).


“En corazones duros, también se obran milagros” escuché decir hace unos días a una buena mujer que charlaba con una vecina. Y es que, en su extensa experiencia de vida, había visto cómo personas “de duro corazón” se habían encontrado con el Señor y habían experimentado ese cambio de corazón de piedra a corazón de carne, que se estremecía ante el dolor de los demás. 

Justo en este texto del Evangelio, Jesús hace referencia a la “dureza de corazón” por la que Moisés dejó escrito el precepto del “acta de divorcio y el repudio” y, enseguida, recuerda el relato del Génesis: “De modo que ya no son dos, sino una sola carne”.

Esto no significa que los dos piensen, sientan y vean las cosas igual, no hay más que preguntar a cualquier matrimonio, para comprobar cuán distintos somos cada uno; pero la gracia del matrimonio actúa, por eso Pachi Velasco Fano lo ilustra en este artículo tan bellamente con ese “UniDios”, y es el Señor quien une dos realidades dispares en una sola carne que busca la felicidad.

Esa unión es lo que se conoce como “indisolubilidad del matrimonio” y así explica el papa Francisco en su exhortación Amoris laetitia lo que significa: «El amor matrimonial no se cuida ante todo hablando de la indisolubilidad como una obligación, o repitiendo una doctrina, sino afianzándolo gracias a un crecimiento constante bajo el impulso de la gracia. El amor que no crece comienza a correr riesgos, y sólo podemos crecer respondiendo a la gracia divina con más actos de amor, con actos de cariño más frecuentes, más intensos, más generosos, más tiernos, más alegres». 

La familia perfecta no existe, el matrimonio perfecto tampoco, pero sí que existen miles de matrimonios con ganas de crecer juntos y madurar el amor, con todos sus límites, desafíos e imperfecciones. ¡A por ello, uniDios!

PUBLICADO EN DIÓCESIS DE MÁLAGA