Publicado: 05/10/2021: 180
El sacerdote Salvador Gil, profesor de los Centros Teológicos de la Diócesis de Málaga, ayuda a profundizar en el evangelio del Domingo XXVIII del Tiempo Ordinario, 10 de octubre de 2021 (Marcos 10, 17-30).
… y luego ven y sígueme
El encuentro con Jesús no deja a nadie indiferente. En el evangelio de hoy Jesús es preguntado sobre qué se debe hacer para alcanzar la vida eterna. Esta vida que empieza aquí ya, y que es para nosotros plenitud y gozo cuando seguimos con fidelidad al Señor.
Aunque esta persona ha cumplido desde su juventud los mandamientos, y lleva una vida honrada, Jesús lo cuestiona. Se queda mirándolo y lo amó. Antes de la propuesta del seguimiento, hemos de experimentar que Jesús nos mira y nos ama incondicionalmente. Solo desde ahí se podrá dar una verdadera respuesta.
En el seguimiento del Señor quizás nos pueda faltar algo. En este caso es el apego a las riquezas. Suele ser algo que dificulta un radical seguimiento del Maestro. Jesús lo invita a dar tres pasos antes de ir con él: vender todo lo que tiene, esto es, deshacerse de lo material, de aquello que no es importante y le ocupa el corazón; dárselo a los pobres, es decir, compartirlo y repartirlo con quienes más lo necesita; y responder con libertad a la llamada: ir con Él y seguirle.
Estas exigencias de Jesús no lo han convencido. Decide marcharse, declinando la propuesta. Ninguno de nosotros está libre de ello. Siempre habrá algún motivo que nos impida dar una respuesta total a las exigencias de Jesús. Él era muy rico, ¿y nosotros?
Los discípulos toman nota de lo sucedido. Es muy difícil que un rico pueda entrar en el Reino de los Cielos. No por el hecho de serlo, sino porque es incapaz de llenar su corazón con la invitación que Jesús le hace. Pensemos qué nos dificulta el seguimiento del Señor para que nuestra respuesta sea cada día más profunda y exigente. Feliz domingo a todos. Feliz día del Señor.
PUBLICADO EN DIÓCESIS DE MÁLAGA