25.1.20

INFANCIA MISIONERA: LOS NIÑOS AYUDAN A LOS NIÑOS



Detalle del cartel de la Infancia Misionera 2020 


“Con Jesús a Egipto. ¡En marcha!” es el lema de la Jornada de la Infancia Misionera que se celebra el domingo 26 de enero.


Infancia Misionera es una obra del Papa que promueve la ayuda recíproca entre los niños del mundo poniendo en marcha actividades misioneras en colegios y parroquias, con las que educar a los niños en la fe y la solidaridad con la misión. También invita a los niños a colaborar personalmente con sus ahorros para los niños de las misiones, pues su hilo conductor es “los niños ayudan a los niños”.

La Infancia Misionera contribuyó con más de 19 millones de euros a los niños del mundo en 2018, con los que se pusieron en marcha 2.943 proyectos.

El delegado de Misiones de la diócesis de Málaga, el Misionero de la Consolata Danilo Cantillo, afirma que «esta obra del Papa promueve la ayuda recíproca entre los niños del mundo, lo que les ayuda a abrir su corazón desde la más tierna edad. La Jornada de este año pretende que todos los niños y niñas del mundo acompañen al propio Jesús que emigra, que sale de su tierra, para huir de la guerra, del hambre, la miseria, la enfermedad, el abandono, el desprecio y la insolidaridad; que los niños despierten su sentido misionero, que amen al prójimo, que sean generosos, que sean solidarios» y se cuestiona «¿qué puede hacer un niño para ser misionero? ¿Cómo puede colaborar? Lo primero es que el niño, junto a sus padres, salga de su propia comodidad, para acudir a las necesidades de los demás, que colabore también económicamente, rompiendo incluso la hucha personal, y que también recen para que a ningún niño les falte de nada».

“Con Jesús a Egipto. ¡En marcha!”

Las Obras Misionales Pontificias (OMP) presentaron en 2019 una campaña para cuatro años, titulada “Con Jesús Niño a la misión”, en la que presentan cuatro etapas de la infancia de Jesús. En este segundo año, la campaña se centra en la huída a Egipto: “Con Jesús a Egipto. ¡En marcha!”. «Este año vemos a Jesús Niño refugiado en Egipto, viviendo en carne propia el sufrimiento y la injusticia que afligen a los más débiles. Desde el principio, Jesús conoce la oposición y la persecución, y también desde estos primeros momentos manifiesta cómo Dios opta por los pequeños. La Sagrada Familia se ve obligada a ponerse en camino, como tantos migrantes, refugiados y desplazados forzosos de nuestros días. “En marcha” se ponen los misioneros para anunciar a Jesús a quienes no lo conocen. Y este grito es también para todos nosotros, para que no nos quedemos quietos, sino que salgamos al encuentro del otro y de Dios», explican desde OMP.

PUBLICADO EN DIÓCESIS DE MÁLAGA