1.6.19

COMENTARIO AL EVANGELIO DE LA SOLEMNIDAD DE LA ASCENSIÓN, 2 DE JUNIO DE 2019


FANO: Jesús asciende para descender y quedarse muy cerca y para siempre.

La profesora de los Centros Teológicos de la Diócesis de Málaga, Mariela Martínez OP, ayuda a profundizar en el evangelio del domingo 2 de junio de 2019.


Re-dirigir nuestra mirada

En el Evangelio de hoy, en estrecha relación con la lectura del libro de los Hechos, Lucas nos narra la última aparición de Jesús a sus discípulos, junto al mandato misionero, y su asunción al cielo. Jesús tiene que partir, ya no volverá a ser visible como hasta ese momento, pero les deja su Espíritu que alentará la misión y el crecimiento de la Iglesia. Desde Betania, lugar de dónde había salido Jesús para hacer su entrada triunfal en Jerusalén, vuelve a hacer su entrada definitiva en el cielo. Los discípulos se quedan embobados mirando hacia arriba y son dos hombres de blanco, los que los sacan de su ensimismamiento y les preguntan: ¿galileos que hacéis mirando al cielo?

¿Dónde ubicar entonces nuestra mirada? Los seguidores de Jesús hemos de verlo a partir de ahora en otras presencias: en la fracción del pan, los pequeños (9,48). Nuestra mirada ha de re-dirigirse para descubrir a Jesús presente en nuestro mundo. Nos toca, por tanto, ser portadores de la Buena Noticia del Reino, anunciar que otra sociedad es posible, donde el ser humano sea el centro de las estructuras sociales y políticas, donde se defienda la dignidad humana, donde las relaciones interpersonales estén marcadas por la igualdad y la fraternidad y en la que nuestro empeño sea hacer habitable esta “casa común” que llamamos planeta Tierra. Como decía Saint-Exupery: “Para ver claro, basta con cambiar la dirección de la mirada”.

PUBLICADO EN DIÓCESIS DE MÁLAGA