Fano: "Porque creo, veo. Quita la venda de mis ojos."
Luis Jiménez, delegado de Misiones de la Diócesis de Málaga, ayuda a profundizar en el evangelio de este domingo.
«Señor, que pueda ver»
Bartimeo es “un mendigo ciego sentado al borde del camino”. Ha oído hablar de Jesús, pero no conoce su rostro. No puede seguirle. Acaso no sea, a veces, esta nuestra situación? Sentados y acomodados y con dificultad para seguir a Cristo? La petición de Bartimeo a Jesús es : “Señor que pueda ver”.
Hay veces que nuestra fe se va debilitando y nos hacemos indiferentes. El evangelista nos narra este precioso encuentro de Bartimeo con Jesús para animarnos a vivir un cambio en nuestras vidas. Desde el fondo de nuestro corazón, también nosotros debemos aprender a gritar, a pedir ayuda cuando nos acosa nuestra ceguera y perdemos la luz. Y si lo hacemos con sinceridad y humildad Jesús no pasará de largo.
Cuando Jesús le pregunta qué quiere de él, el ciego no duda: “Maestro, que pueda ver”. Cuando uno comienza a ver las cosas de manera nueva, su vida se transforma. Cuando una comunidad recibe luz de Jesús, se convierte. Necesitamos como Bartimeo tirar el manto, tirar todo lo que nos estorba y dar el salto para llegar a Jesús con la confianza y la seguridad de que nos sacará de nuestra ceguera y nos devolverá la luz.
El relato del encuentro de Jesús con Bartimeo nos da esperanza, nos llena el corazón de alegría y fortalece nuestra fe. Esa es también nuestra misión aquí: ayudar a los que viven ciegos, sin esperanza y devolverles la vista, la luz y la alegría, como hizo Jesús.
PUBLICADO EN DIÓCESIS DE MÁLAGA.