11.3.17

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL DOMINGO II DE CUARESMA



JESÚS ES DIOS. Autor: Fano

El sacerdote Luis Jiménez, misionero de la consolata y delegado de Misiones, profundiza en el evangelio del Domingo II de Cuaresma.


La escena que nos presenta el evangelio de este domingo es majestuosa y llena de simbolismo. Jesús se presenta revestido de la gloria de Dios, y Elías y Moisés conversando con Él. Todo nos llama a reconocer a Jesús en su condición divina. La religión, hace algunos años, era la que daba orientación y sentido a la vida de muchas personas. Los malagueños, en especial, han sido siempre un pueblo creyente que orientó su vida y sus instituciones a través del Evangelio. Un pueblo cristiano. Pero las cosas han cambiado. Hoy hay muchos que prescinden de la religión, que quieren vivir en la cultura de la intranscendencia, de lo inmediato, el ocio, lo temporal. Es la cultura que aleja al individuo de las grandes cuestiones que lleva en su corazón y a las que no quiere responder, o le da miedo. Poco a poco, el hombre se está convirtiendo en un robot que trabaja por su propio interés, para ganar dinero, la búsqueda del prestigio, el ocio y disfrutar de lo inmediato. Hoy más que nunca necesitamos escuchar la llamada del Evangelio: «Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo». Hoy más que nunca necesitamos hacer silencio y escuchar más a Dios. El silencio interior nos ayudará a saborear mejor la vida dándole un sentido espiritual, a no malgastarla, a no pasar superficialmente ante las grandes cuestiones: la vida, la muerte, los valores del compartir, la solidaridad el amor fraterno, que son en realidad los que nos podrán hacer vivir con sentido y hacernos al final más felices.

Escuchadlo. Si de verdad escuchamos el susurro de Dios en nuestro corazón descubriremos, por un lado nuestra pequeñez, nuestra pobreza, pero también nuestra grandeza de ser, ni más ni menos, que hijos del mismo Dios, infinitamente amador por Él.

PUBLICADO EN DIÓCESIS DE MÁLAGA.