Elena López Abelaira, profesora del Seminario, ayuda a profundizar en el evangelio del Domingo II de Adviento.
Toque de atención
El evangelio de hoy es de san Mateo y pertenece al segundo domingo de Adviento. Un momento importante para que aparezca la figura de Juan el Bautista, pues nos muestra su misión, llamándonos a la conversión, para que preparemos el camino de Jesucristo en este tiempo tan propicio para ello.
También este pasaje nos pone alerta porque aparecen unas figuras, los saduceos y los fariseos, a los cuales Juan les habla desde la verdad pero con dureza.
Les pone delante su hipocresía porque piensan que, por ser hijos de Abraham y cumplidores estrictos de la ley, tienen la salvación asegurada y no necesitan convertirse. Con ello, el profeta nos hace ver que muchas veces también necesitamos que nos hablen desde la verdad para que nos demos cuenta de que no es suficiente con ser buenecitos y cumplidores, sino que, para convertirnos, se tiene que producir un cambio en nuestra vida, nuestra conversión debe ser sincera, sin doblez de corazón y, sobre todo, debe ir acompañada de obras de vida eterna.
Es interesante la sencillez con la que se presenta Juan en el desierto, una sencillez que debe ir acompañando a esta conversión a la que él nos llama.
Por lo tanto, este evangelio es un toque de atención para que nos preparemos para la venida de Jesucristo, que nos trae una misión muy concreta y da sentido a toda nuestra existencia: salvar a la humanidad, es decir, salvarte a ti.
PUBLICADO EN DIÓCESIS DE MÁLAGA.