Lectio Divina
con el
Evangelio
del
Domingo XI del Tiempo Ordinario
JESÚS NOS LLEVA DE LA MUERTE A LA VIDA. AUTOR : FANO
Emilio López Navas, profesor de los Centros Teológicos de la Diócesis de Málaga y párroco de Arroyo de la Miel, ofrece esta Lectio Divina con el evangelio del Domingo XI del Tiempo Ordinario.
Tengo algo que decirte
Lectura (Lectio)
El evangelio de este domingo es largo, pero está bien hilvanado: las escenas se suceden con buen ritmo. En medio de todo se encuentra una breve parábola que resume el mensaje central: el perdón lleva al amor. Lee atentamente el texto, procurando subrayar mentalmente las palabras o frases que más te llamen la atención.
Meditación (Meditatio)
Al aceptar la invitación del fariseo, Jesús muestra su cercanía a todo aquel que se interesa por Él, independientemente de su status o nivel social. Sin embargo, la demostración total se da cuando acepta la unción de la pecadora. Los dos habían pecado, los dos “debían”, sin embargo, la mujer es la que muestra verdadero arrepentimiento y la que servirá de ejemplo para todos. El fariseo quizá quería ser el centro de atención al haber invitado a una persona famosa, reconocida… pero parece llevarse una desilusión. La interpelación de Jesús (“tengo algo que decirte”) llama poderosamente la atención, y sirve para centrar la parábola. Su enseñanza es clara, y más su aplicación al caso concreto: la mujer se siente perdonada, invadida por la misericordia incluso antes de que Jesús pronuncie la frase de perdón. La reacción de los comensales no impide que Jesús continúe su conversación. De nuevo, la paz aparece como deseo en boca de Jesús, pero llaman la atención las palabras anteriores: «tu fe te ha salvado». La mujer ha mostrado su fe de una manera inesperada: no la ha confesado, no ha abierto su boca… pero ha reconocido, con sus gestos y actitudes, que Jesús es el Señor. Y es que tanto el fariseo como ella, realmente, no tenían con qué pagar… pero la misericordia de Jesús alcanza a quien se pone a tiro y se derrama a los pies del Maestro.
Oración (Oratio)
La escena de hoy invita a pedir misericordia, a mendigar el perdón… pero también a agradecer y reconocer la bondad de Cristo. Aprovecha este momento para dirigirte a Jesús y hablarle al corazón, a ese corazón bueno y abierto al amor. Con toda confianza, comenta con Él tu situación, pues seguro que escucha tus necesidades y tus proyectos.
Contemplación (Contemplatio)
El gesto de la mujer pecadora es un perfecto ejemplo de lo que la contemplación implica: no hay palabras, sólo hay gestos de entrega y de comunión. Además, nos enseña este caso que no es necesaria la “perfección”, sino que la contemplación es más un regalo del Señor, que acepta nuestras lágrimas, nuestro perfume y nuestra unción.
Compromiso (Actio)
Como siempre, hemos de concretar todo lo vivido en este rato de oración y contemplación. Sin este último paso, la Lectio quedaría como inacabada. Según lo que hayas orado, así debe ser tu compromiso. Recuerda, que sea concreto y que lo puedas revisar en unos días.
PUBLICADO EN EL BLOG DE LA DIÓCESIS DE MÁLAGA