LECTIO DIVINA
CON EL EVANGELIO DE LA
SOLEMNIDAD DEL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO
Jesús une sagrario y pobres, alimento y servicio, entrega y misión. Autor: Fano
Emilio López Navas, profesor de los Centros Teológicos de la Diócesis de Málaga y párroco de Arroyo de la Miel, ofrece esta Lectio Divina con el evangelio de la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Alzó la mirada al cielo y pronunció la bendición
Lectura (Lectio)
La multiplicación de los panes, en este relato de Lucas, tiene un gran significado simbólico. Los números, los gestos de Jesús, las intervenciones del Maestro. Leamos con detenimiento, subrayando mental o físicamente las expresiones que más nos llamen la atención. No tengamos prisa. Este es un rato para el Señor.
Meditación (Meditatio)
El comienzo de este fragmento nos presenta a Jesús haciendo dos de sus acciones favoritas: enseñar lo que es el Reino de Dios y curar a los enfermos; en definitiva, las dos acciones son dos partes de la única misión de Jesús. La circunstancia se nos presenta al caer la tarde, y no es baladí: además de señalar la imposibilidad de que el gentío se retirara a sus casas, recuerda sin duda el momento en el que las primeras comunidades se reunían para celebrar la Eucaristía. La respuesta de Jesús sigue resonando en los oídos de los creyentes dos mil años después. Dadles pan, no sólo el pan material (fundamental), sino también el pan de Dios, el pan eucarístico. Cuando se pone en manos del Señor lo que se tiene, por poco que sea, Él sabe lo que hay que hacer. Cinco panes y dos peces se convierten en otro “óbolo” de la viuda, que pone en el cepillo del templo todo lo que tiene para vivir. Los gestos de Jesús merecen una mirada atenta. Toma lo que se le entrega y alza los ojos al cielo, mirando a quien da el pan a todo viviente (Sal 136,25). Después pronuncia la bendición, es decir, reconoce que todo don procede de Dios y parte el pan (otro guiño a la celebración eucarística). El gesto final de entregar el pan y los peces a los apóstoles responde a la primera frase de Jesús: dadles vosotros de comer.
Oración (Oratio)
Los apóstoles, ante la grave situación de la gente, acuden a quien saben que puede resolverla. Aprovecha este momento para pedirle al Señor lo que necesites o lo que necesiten otros. También puedes agradecerle tanto don recibido, tanta misericordia con la que te trata.
Contemplación (Contemplatio)
Cada gesto de Jesús, en este y en otros textos, es digno de ser contemplado. Rememora, si te parece bien, cada movimiento del Señor en esta ocasión, tratando de vivirlo como en primera persona, como si estuvieras allí, sentado en aquel descampado.
Compromiso (Actio)
El compromiso de hoy debe responder a la orden que Jesús nos ha dado: dadles vosotros de comer. Como hemos dicho, cualquier tipo de pan; y aún mejor, todo tipo de pan. Que el Señor quiere después multiplicarlo y ponerlo de nuevo en tus manos para que los repartas. La Eucaristía, bien celebrada y vivida, nos lleva sin duda a darnos nosotros también como pan.
Publicado en el blog de la Diócesis de Málaga