12.3.22

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL DOMINGO II DE CUARESMA




El sacerdote Fernando Motas, S.J., profesor de los Centros Teológicos de la Diócesis de Málaga, ayuda a profundizar en el evangelio del Domingo II de Cuaresma, el 13 de marzo de 2022 (Lucas 9, 28b-36).

Escuchar a Jesús


Se suele decir que el episodio de la Transfiguración que hoy leemos en la Eucaristía es un anticipo de la Resurrección. Y es cierto, pero también lo debemos entender como una confirmación del Bautismo (Lc 3,21-22). En este, Jesús recibe su misión mesiánica entendida no como el mesías triunfante que el pueblo esperaba. La frase “Tú eres mi hijo querido, mi predilecto” nos remite a la presentación del Siervo de Is 42, 1-7, el Mesías que libera asumiendo, desde abajo, el sufrimiento del pueblo.

Cuando Pedro reconoce a Jesús como mesías (Lc 9,20) lo entiende como el triunfador y por ello rechaza el anuncio de la pasión en Jerusalén. En la Transfiguración, la voz del cielo va dirigida a los discípulos y repite la misión del Bautismo (“este es mi Hijo elegido”), con un añadido: “escuchadlo”. No pretendáis saber cuál es su misión, dejad que Él os la diga.

Este imperativo, “escuchadlo”, va dirigido también a nosotros. No proyectemos sobre Jesús y su misión nuestras expectativas y nuestras mezquindades; dejémonos que sea Él quien realice su misión y no nuestras ideas y proyectos.

La misión de la Iglesia y la de cada uno de nosotros no puede ser otra que la de Jesús: desde el servicio, colocándose con los de abajo, liberar de tinieblas y ataduras. Y para que nunca se nos olvide, para que no regresen nuestras ínfulas de grandeza y poder, el único medio es, siempre, escuchar a Jesús.

PUBLICADO EN DIÓCESIS DE MÁLAGA