20.3.20

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL DOMINGO IV DE CUARESMA (22 DE MARZO DE 2020)

Fano: Fue a lavarse en la piscina de Siloé.

Belén Cortés Gómez, del Movimiento San Juan de Ávila, ayuda a profundizar en el evangelio de este domingo.


Entrenar la mirada positiva

Rasgo inédito en el ex ciego es queprefirió contar sin adornos retóricos ni adulteraciones lo que Jesús había hecho por él, eludiendo convertirse en protagonista de su proceso en tanto que era receptor del milagro, no quien lo había obrado. 

Al transitar nuestro mundo actual frecuentemente adolecemos de una persistente ceguera espiritual que nos destruye y dificulta para ubicarnos en nuestra realidad emocional o racionalmente construida. Vamos ciegos por decidir no ver; ciegos, por creer únicamente en lo que se mira; ciegos, por negar la vida espiritual auténtica. Como los fariseos, empezamos a preocuparnos ciegamente por el cómo, más que por el qué/quién /por qué. Situando los ojos como receptores de la experiencia religiosa, analizamos la calidad de nuestra mirada y revisamos nuestra actitud: ¿reconocemos en nuestro mundo la acción transformadora de Dios y la valoramos?

La identidad cristiana vive revestida de esperanza y estimulada por una mirada positiva que no cierra los ojos ante los problemas, sino que inspira para mirarlos con una perspectiva más constructiva, curiosa, ilusionada, motivada y comprometida, evitando perder tanta energía en lamentos. Se puede entrenar esta mirada positiva para integrar esperanza y realismo a la luz del discernimiento evangélico que rastree en nuestros días la presencia de Dios y su acción salvífica.

PUBLICADO EN DIÓCESIS DE MÁLAGA.