"Lázaro grita porque no escuchamos". Autor : Fano
El sacerdote José Ruiz Córdoba, párroco de Churriana, ayuda a profundizar en el evangelio del Domingo XXVI del Tiempo Ordinario.
El milagro de la Palabra
Tanto tú que estás leyendo este comentario, y habrás leído el evangelio, como yo que también lo he leído porque he tenido que prepararlo, somos unos afortunados. Ya que para eso de la comunicación divina es preferible la Palabra de Dios al mayor de los milagros (“... aunque resucite un muerto”).
Pero, cuidado, que podemos leer la Palabra y no enterarnos. Mira que entendían de ella los fariseos, pero prefirieron enraizarse en el dinero. Si tú que lees y yo que escribo abrimos bien los ojos, los oídos y el corazón al acudir a la Palabra, podremos contemplar a un Dios con entrañas de misericordia que ama la justicia. Porque las entrañas de Dios se conmueven al ver que en el seno de su familia humana, mientras unos banquetean, otros mueren de hambre. Y por boca de Jesús declarará dichosos a todos los “lázaros” de este mundo; porque un día, como dice el profeta Amós, “acabará la orgía de los disolutos”
(Am 6,7) y los pobres heredarán el Reino de los Cielos.
Y tanto tú, como yo, nos guste o no nos guste, sin milagros espectaculares, sólo tenemos el evangelio de este domingo para elegir en qué dirección queremos encaminar nuestra vida. Y le pido al Señor que tanto tú, como yo, “combatamos el buen combate de la fe” (1 Tim 6,12); que en vez de ir a muchos banquetes excluyentes, hagamos de este mundo una mesa donde quepan los fariseos, Lázaro y hasta los perros, pero ya sin llagas que lamer. ¡Puede haber mayor milagro que la Palabra!
PUBLICADO EN EL BLOG DE LA DIÓCESIS DE MÁLAGA.