27.3.16

EVANGELIO DOMINGO DE RESURRECCIÓN


Lectio Divina con el evangelio del Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor




Emilio López Navas, profesor de los Centros Teológicos de la Diócesis de Málaga y párroco de Arroyo de la Miel, ofrece esta Lectio Divina con el evangelio del Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor. 

Vio y creyó



Lectura (Lectio)
Leemos hoy un fragmento del evangelio de Juan, como siempre, lleno de símbolos y profundidad. No dejes que lo que ya sabes o recuerdas que te hayan explicado de este evangelio te impida releerlo con fruición. Abre tu corazón para que la lectura se haga vida en ti.

Meditación (Meditatio)
En este fragmento tenemos varios personajes: María Magdalena, Pedro, el discípulo amado… pero el verdadero protagonista no está… no se le ve. El juego del “ver” y “no ver” es fundamental en esta perícopa. María, desobedeciendo a la prudencia y movida seguramente del amor por Jesús, va al lugar del fracaso cuando empezaba a rayar el alba. Todo esto, situado temporalmente en el primer día de la semana, nuestro día del Señor, el domingo. Como María no encuentra a Jesús, corre a quien a contar la noticia a los más cercanos. Estos salen con mucha premura. Pedro ve las vendas en el suelo, pero es el otro discípulo, el amado, quien se atreve a entrar. Se da una competencia amistosa, por así decirlo. La gana el discípulo amado, que tradicionalmente se identifica con Juan, el más joven de los apóstoles. Al llegar al sepulcro, el discípulo ve… que no ve nada. Sólo las pruebas de que estaba muerto… pero que ya no estaba. Vio y creyó. Las vendas posiblemente servían para atar las manos y los pies (no estaba envuelto en ellas como las momias egipcias). Que estuvieran por el suelo dice sin decir que Jesús ha vencido las ataduras de la muerte. Se puede decir, entonces, que la ausencia de Jesús se experimenta como signo de vida. Esta experiencia los llevará, como impresionante pedagogo, a comprender la Escritura. En ella estaba encerrada la Resurrección; ella, la que ahora te está hablando a ti y te pide que resucites con Jesús.

Oración (Oratio)
Este evangelio nos muestra cómo el amor y la amistad hacen buscar al Señor. En este momento de oración puedes pedirle a Jesús resucitado que renueve en ti la fuerza de su Vida, que te dé el valor para ser su testigo, que te renueve por dentro con la fuerza de su Espíritu...

Contemplación (Contemplatio)
Ver y no ver. Este juego en el evangelio se puede también trasladar a este paso de la lectio. Contemplar es ver y no ver. Ver con los ojos del corazón… al que no se dejaba ver. Quédate en silencio y déjate llenar de la alegría y la fuerza de la Resurrección.

Compromiso (Actio)
El compromiso de hoy ha de ser, nunca mejor dicho, un compromiso de vida. Repasa todo lo que has vivido y rezado en este momento y conviértelo en una acción que puedas cumplir y que al mismo tiempo te haga crecer como persona y cristiano. Que el Señor te ayude. Feliz Pascua.

INFORMACIÓN RECOGIDA DEL BLOG DE LA DIÓCESIS DE MÁLAGA.