En honor a nuestro patrón os invitamos a visitar el siguiente retablo de San Cristóbal que se puede visitar en el Museo del Prado de Madrid.
Este es un retablo anónimo pintado al temple sobre tabla de finales del siglo XIII.
Este pequeño retablo está dividido en tres calles y tres cuerpos dedicados a San Cristóbal, protector contra la muerte súbita, que ocupa la calle central, rematada por la Crucifixión.
San Cristóbal aparece representado sosteniendo con su brazo izquierdo una piedra de molino, como prueba de su fuerza extraordinaria, y apoyándose en la milagrosa vara. Sobre él se sienta el Niño Jesús sosteniendo la bola del Mundo dividida en tierra, cielo y agua.
En las calles laterales aparecen escenas de las vidas y martirios de otros santos: San Pedro, San Blas y San Millán, identificados con sus nombres en las molduras que los separan, y un ángel turiferario -portador de un incensario- en el remate.
Perteneciente al estilo francogótico o gótico lineal, propio de la pintura castellana del siglo XIV, el artista ha mantenido la perspectiva jerárquica en las figuras destacando especialmente la calidad del dibujo.
De origen desconocido, se supone que este retablo pudo proceder de un monasterio benedictino riojano al incluir una escena de la vida de San Millán. El león y el castillo que se repiten en los límites de la obra simbolizan los reinos de Castilla y León, y sugieren que la obra pudo haber sido destinada a una Fundación Real.